El fenómeno migratorio ha aumentado significativamente en los últimos años en nuestra región, siendo nuestro territorio el último filtro antes de que los migrantes centroamericanos y de otras regiones en crisis en el mundo logren su objetivo de llegar a los Estados Unidos de América. Sin embargo, la semana pasada tuvimos una gran alerta de que en nuestro país este fenómeno esta siendo aprovechado por las redes de trata de personas y siendo objeto de corrupción de nuestras autoridades.
Una gran tragedia sucedió en Tuxtla Gutiérrez, en donde decenas de personas perdieron la vida y otras docenas resultaron heridas, personas que huyen de sus casas por diversas y funestas situaciones y que las obligan a abandonar sus países corriendo altos riesgos y obligándolos a tratar con delincuentes durante su paso hacia los Estados Unidos. Esta es una práctica sabida y en la que las autoridades deben poner el dedo en el renglón para evitar tragedias como estas.
El transporte de carga que se accidentó debió supuestamente pasar por tres puntos de revisión antes de accidentarse, en dónde debieron haber tomado las medidas pertinentes para procurar la seguridad de alrededor de doscientas personas que se encontraban hacinadas, sin embargo, el hecho de que este transporte haya superado sin inconvenientes los tres puntos de revisión, nos sugiere que las autoridades pueden ser objeto de corrupción ante estas prácticas.
Mucho se habla de la crisis en la frontera norte ante el intento de los migrantes por entrar a nuestro país vecino del norte, sin embargo, pocas políticas públicas existen para garantizar su seguridad durante el paso por nuestro país, por lo que cualquier regulación será letra muerta mientras la corrupción siga existiendo en las autoridades migratorias que permitan este tipo de prácticas.
Lamentamos mucho la migración por estas situaciones, pero aumenta la pena al ver vidas perdidas bajo estas circunstancias. El ejecutivo debe garantizar la seguridad de todas las personas que se encuentren en el territorio nacional y es necesario que se tome como una prioridad la seguridad de las personas en tránsito en nuestro territorio nacional. Ninguna regulación será suficiente mientras no se erradique la corrupción en nuestro país.