“ME LO DIJO ADELA” MURIÓ ANTES QUE SILVIA PINAL; Y HERALDO TV SALDRÁ DEL AIRE
La emisión diaria Me lo dijo Adela, por El Heraldo TV, llegó a su fin el viernes pasado, porque Adela Micha es “muy cara”. Y es que la producción cuesta 700 mil pesos, cantidad que no recuperaba El Heraldo Media Group al ser un proyecto externo, así que llegaron a un acuerdo para dar por terminada la relación laboral con la talentosa Micha. El espacio será ocupado por Alejandro Cacho con producción de casa, por lo que es más barato aun cuando el periodista recibirá una compensación a su salario en el canal, que saldrá del aire antes de que termine el año porque los ejecutivos de El Heraldo han decidido no renovar contrato para seguir rentando la licencia de TV.
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DOMO CARE: UN SITIO PARA VIVIR LA MÚSICA
La música “hay que verla”, decía uno de los compositores y directores de orquesta más influyentes del siglo pasado, el ruso Ígor Stravinsky, y es verdad. La música, al estar cerca del público, se comparte porque, de no hacerlo, permanecería oculta y de ahí viene la relevancia de presenciar un concierto: para apreciar la habilidad de músicos, cantantes, bailarines, técnicos en iluminación, ingenieros de audio, etc., apreciar el empeño de intérpretes que nos transmiten emociones al ver ejecutar la música en vivo, a eso que se llama simplemente espectáculo.
Para ello es importante estar en un centro de espectáculos que cumpla con la arquitectura e ingeniería diseñada para resaltar un espectáculo, como en el Domo Care. Y menciono este centro de espectáculos porque la cercanía que uno tiene con los músicos, con los intérpretes, con la música, es única. La acústica del lugar, las cómodas butacas, la tecnología en luz, sonido, el aire acondicionado, la seguridad, el estacionamiento de sobra, hace de este ex incómodo y sucio palenque un centro de espectáculos de primer orden, y orgullosamente está en México, en el municipio de Guadalupe, en el pujante estado de Nuevo León.
Ustedes dirán: A Armando lo invitan y le regalan cortesías como medio de comunicación, y está obligado a hablar bien del recinto; y la verdad es que no es así. Con recursos propios he asistido a tres conciertos en este 2022: Intocable, Ángeles Azules y estamos por asistir a ver a Alejandro Fernández. Y fue así porque nos dimos la oportunidad de hacer algo que hace más de 30 años un servidor no hacía: ver música por decisión propia, sin compromiso de por medio, y disponerme a disfrutarla. Me cuestioné la cantidad de dinero a pagar por cada boleto en zona VIP, a donde un grupo de amigos acordamos asistir para estar cerca del artista, y la verdad que recomiendo ese lugar; y hasta la luneta, que es la localidad más lejana al escenario: se ve de maravilla, en verdad que no miento. Hagan de cuenta que están en el Auditorio Nacional en la parte de abajo, pasando la mitad del auditorio, pero con la calidez de que el Auditorio carece; esa calidez que solo un lugar como el Domo Care brinda. Acá se siente uno como en un bar, en donde uno también practica la amistad y con unas ricas cervezas o con la bebida de tu elección, comienzas a sentir que estás en el patio de tu casa, con todas las comodidades y calidez que reconfortan. El Domo Care me ha dejado gratamente sorprendido, pues he sido testigo de la magia que brinda; optar por asistir a ese lugar para disfrutar un espectáculo, es la mejor decisión. Aprecias de sobremanera la música, porque se escucha sin aturdirte, por la calidad del audio en alta definición; se sienten y se comparten las emociones que cada nota musical deja al impactar los sentidos.Pero no todo es miel sobre hojuelas: el frijol en el arroz está en el excesivo precio del estacionamiento, pues cada vehículo paga 150 pesos por evento y apaaaaaarte 70 pesos por cada persona que va en el vehículo. Entonces imaginen ustedes un vehículo de 5 pasajeros paga $500 pesos; o si vas con tu pareja, el mínimo será de $290 pesos, un costo altísimo y sin justificación.Felicidades a sus administradores, Claudia y Servando Cano, también por el trato y respeto que le dan a los reporteros, camarógrafos y fotógrafos a través de su jefa de prensa, Gabriela Romero, y ojalá pongan atención al detalle del estacionamiento.
AZUCENA URESTI SI NIEGA UN HIJO, QUE LE IMPORTA UN WHATSAPP
Aunque desde hace años enarbola la bandera del feminismo y se proyecta como una activista que defiende los intereses de las mujeres en México, la regiomontana Azucena Uresti, conductora de noticias en Milenio, está en el ojo del huracán, luego de que el papá de la joven Debanhi Escobar hiciera pública la presunta falta de ética de la periodista con tal de ganar rating al informar del caso que estremeció a todo el país y si en algún momento negó que era madre, mamá de un varón que engendró con un asesor octagenario de la empresa Multimedios que ya falleció según la versión de una persona cercana a la conductora, pues un mensaje escrito le importa menos.
Se supo que la Fiscalía General de Justicia del Estado de Nuevo León le filtraba información y documentos a la regiomontana, lo cual, además de falto de ética, puede constituirse en delito contra la procuración de justicia, según el Artículo 224 Fracción 28 del Código Penal del Estado de Nuevo León, que protege la información que se considere como reservada de una carpeta de investigación. Así que también el fiscal estatal, está en serios problemas.
El estado no tiene la culpa de esta clase de crímenes, pero sí es responsable de cuidar a los habitantes y lo único que han hecho es construir una novela de terror con carga de morbo que lesiona la dignidad de la víctima, pero que es un festín para los medios de comunicación y sus ansias de rating, a costa de lo que sea. A los medios les toca velar por la difusión de la verdad, como hace años pasó con el caso de la niña Paulette, que la entonces periodista Lilly Téllez siguió de cerca y cuestionó la versión oficial del cadáver que apareció en una cama donde ella misma estuvo sentada junto a la mamá de la menor. Se trata de informar, no de armar casos para lucirse y dar rentabilidad al medio de comunicación en el que se trabaja, a costa de un feminicidio.