Uno de los retos más grandes que debe enfrentar el nuevo gobierno en el Estado de México, encabezado por la maestra Delfina Gómez, es el de la inseguridad y la pobreza, terrible combinación que está afectando la calidad de vida de millones de habitantes de esta importante entidad de la república mexicana. Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) y del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), tres municipios mexiquenses están fuertemente afectados por este fenómeno: Ecatepec, Naucalpan Y Toluca, la capital del estado.
Los datos recabados en septiembre, arrojan que en Naucalpan 87.3 por ciento de la población adulta se siente insegura; en Ecatepec, el porcentaje de percepción de inseguridad se aloja en el 84.6 y en Toluca, no es la inseguridad, sino la pobreza lo que preocupa al 51.8 por ciento de los habitantes de la capital mexiquense.
Sobre estos datos, amables lectores, debemos decir que pobreza e inseguridad van de la mano para bloquear irremediablemente el nivel de vida digno que deben tener los pobladores para realizar sus actividades que les permitan desarrollarse a voluntad. Académicos de la Facultad de Economía de la Máxima Casa de Estudios, UNAM, hacen notar que la inseguridad se ha convertido en una amenaza real para las inversiones del sector privado y su persistencia, junto con la pobreza, limita las posibilidades de emprendimiento y crecimiento con desarrollo poblacional.
Asimismo, los datos del Inegi y Coneval arrojan que en estos municipios del Estado de México, sobre todo en Ecatepec y Naucalpan, existe una marcada carencia de infraestructura urbana, lo que provoca, a su vez, caminos plagados de baches, alumbrado público inexistente o en malas condiciones y un precario suministro de agua en domicilios; tres elementos que son fundamentales para el buen funcionamiento de las localidades.
Como vemos, amables lectores, no es fácil pensar en soluciones inmediatas que reviren este desolador diagnóstico. Lo que esperamos es que esta nueva administración estatal vea con seriedad y de manera analítica este panorama desolador que mantiene en la angustia a los ciudadanos de estas localidades. La inversión pública para mejorar la capacitación de los cuerpos de seguridad municipales sería un primer paso para abonar a resolver la problemática de la inseguridad. Una vez logrado esto, va a ser más fácil conseguir inversiones, generar nuevas empresas y con ello combatir la raíz del problema de la pobreza, que es el desempleo, sobre todo de personas jóvenes, que han encontrado en el crimen organizado una salida inmediata para paliar sus problemas económicos.
No dudamos en el compromiso e interés de la gobernadora Delfina Gómez por atacar la inseguridad en la entidad, así quedó manifestado en una de sus primeras acciones anunciadas el pasado 17 de octubre, cuando en Naucalpan, junto con funcionarios federales, estatales y municipales, dio a conocer la Estrategia especial para la construcción de paz en 50 municipios. Este plan consiste en detectar el origen y las causas de la violencia, incluso casa por casa con recorridos que realizarán brigadistas, que reportarán situaciones de riesgo y carencias, pero especialmente casos de violencia de género y deserción escolar.
Todos deseamos que haya éxito en las nuevas autoridades para paliar a esta dupla infernal inseguridad-pobreza en su destructora actividad que mantiene a la población en estratos de subdesarrollo.
¡Hasta la próxima!