Opinión

La tibia respuesta del gobierno mexicano frente a las amenazas al T-MEC

Ante un escenario de tal gravedad, la respuesta del gobierno de Sheinbaum ha sido notablemente débil

Donald Trump, presidente electo de Estados Unidos, ha anunciado su intención de renegociar el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) y ha elevado el tono con una seria amenaza: imponer tarifas del 25% a las importaciones de México y Canadá si no se alcanzan condiciones más favorables para Estados Unidos.

Este tipo de medidas proteccionistas, diseñadas para fortalecer la industria estadounidense, podrían tener consecuencias devastadoras para la economía mexicana, que depende profundamente del comercio con su vecino del norte. Además de dificultar las exportaciones mexicanas, estas políticas pondrían en riesgo la atracción de inversiones extranjeras estratégicas, como las relacionadas con el “nearshoring”, una oportunidad crucial en medio de la reconfiguración de las cadenas globales de suministro.

Ante un escenario de tal gravedad, la respuesta del gobierno de Sheinbaum ha sido notablemente débil. En lugar de diseñar un plan contundente para proteger los intereses de México, le ha restado importancia a las declaraciones de Trump, calificándolas como parte del contexto electoral estadounidense.

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Aunque mencionó que México presentará datos para demostrar su relevancia económica en la región, esto apenas toca la superficie del problema. No se perciben acciones concretas ni un equipo especializado que anticipe los efectos de las tarifas o que negocie desde una posición de fuerza. Su confianza en que “nos necesitamos mutuamente” como argumento principal es, en el mejor de los casos, ingenua, y en el peor, irresponsable.

Esta falta de visión estratégica evidencia un grave problema en la administración actual: un enfoque pasivo que subestima la magnitud de las amenazas externas. México no puede darse el lujo de reaccionar tarde ante políticas que podrían golpear directamente su economía. Es imprescindible reforzar la representación técnica en las negociaciones internacionales y construir una estrategia que considere diversos escenarios, desde una renegociación parcial hasta un posible deterioro de las relaciones comerciales con Estados Unidos.

Además, el gobierno debe acelerar la diversificación de mercados. México no puede depender únicamente del comercio con Estados Unidos, especialmente cuando enfrenta la posibilidad de tarifas punitivas del 25%. La búsqueda de alianzas en América Latina, Asia y Europa debe ser una prioridad, junto con la promoción del comercio intra-regional y la consolidación de proyectos estratégicos de exportación.

El regreso de Trump al poder no es una excusa para la improvisación. Es un llamado a la acción que el gobierno de Sheinbaum está ignorando peligrosamente. México necesita liderazgo firme, claridad de objetivos y una estrategia robusta que garantice la estabilidad y la soberanía económica frente a un panorama cada vez más complicado. Confiar en que “todo saldrá bien” es una invitación al desastre.


DETALLES. La extinción de organismos autónomos avalada por el Senado es un golpe directo a la democracia y un grave retroceso para México. Estos organismos son esenciales para garantizar la transparencia, la rendición de cuentas y la defensa de los derechos ciudadanos. Su eliminación concentra el poder en el Ejecutivo, abre la puerta al autoritarismo y destruye los contrapesos que protegen al país de abusos. ¡POBRE MÉXICO!

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