Opinión

¡No, no llegamos todas!

La deuda histórica que México tiene con las mujeres sigue intacta, y su presencia en el poder no ha alterado la cruda realidad

El gobierno de Claudia Sheinbaum ha fallado en su compromiso con las mujeres. En lugar de protegerlas y empoderarlas, ha ignorado su sufrimiento, ha registrado cifras alarmantes de violencia de género y ha dejado a millones en total desamparo.

La llegada de la primera presidenta de México no ha representado, como se ha intentado hacer creer, un verdadero parteaguas en la historia de nuestro país ni un avance significativo en la lucha contra la violencia de género.

La deuda histórica que México tiene con las mujeres sigue intacta, y su presencia en el poder no ha alterado la cruda realidad que enfrentan miles de mujeres víctimas de violencia, desprotegidas y olvidadas.

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Su discurso no se ha traducido en acciones efectivas, y su administración ha reducido la causa de las mujeres a una estrategia propagandística, mientras la crisis de inseguridad continúa cobrando vidas a diario.

¿Cómo hablar de progreso cuando ni siquiera la ministra presidenta de la Suprema Corte fue invitada al aniversario de la Constitución? ¿Cómo alardear de haber roto un techo de cristal cuando, en su visión de control del Poder Judicial, se ha ignorado a casi 500 mujeres juezas y magistradas?

Los datos hablan más fuerte que cualquier retórica política. El gobierno de morena ha desmantelado programas fundamentales para la protección y el bienestar de las mujeres.

Se redujo el presupuesto para refugios de víctimas de violencia, se eliminaron las estancias infantiles para madres trabajadoras y se canceló el financiamiento para tratamientos contra el cáncer de mama y cervicouterino.


Se privilegia la imposición de una narrativa oficialista sobre la atención de necesidades urgentes, y las consecuencias de esas decisiones las pagan millones de mexicanas que ven cómo el Estado las abandona.

Mientras este gobierno recorta y elimina apoyos, la historia demuestra que se pueden hacer las cosas de otra manera. Los gobiernos panistas impulsaron políticas públicas con verdadera perspectiva de género.

Se creó el Instituto Nacional de las Mujeres (INMUJERES), la Fiscalía Especializada en Violencia contra las Mujeres y Trata de Personas, y la Comisión Nacional para Erradicar la Violencia contra las Mujeres.

Se implementaron programas como el Seguro Popular, que garantizaba atención médica a mujeres con cáncer, y las estancias infantiles, que permitían a más mujeres incorporarse al mercado laboral.

Mientras que en administraciones pasadas el presupuesto para mujeres pasó de 7 mil a 17 mil millones de pesos, el gobierno de morena ha eliminado estos apoyos, dejando en el abandono a millones de mexicanas.

Pero no todo está perdido. Desde el PAN impulsamos una agenda legislativa que atienda las necesidades de niñas y mujeres mexicanas de manera real y efectiva.


No se trata de discursos vacíos, sino de iniciativas concretas que buscan fortalecer el emprendimiento femenino, garantizar acceso a financiamiento, mejorar condiciones laborales y crear un Sistema Nacional de Cuidados que permita a las mujeres cuidadoras desarrollarse profesionalmente.

También se plantea asegurar la atención médica integral a mujeres embarazadas y con cáncer de mama, y establecer una política de tolerancia cero ante la violencia de género y la impunidad de agresores sexuales.

Porque no basta con que una mujer llegue al poder si sus decisiones no benefician a otras mujeres. No sirve de nada tener una presidentA con “A”, si su primer presupuesto redujo más del 4.3% los recursos para refugios de mujeres violentadas, si recortó más de 2 mil millones de pesos en educación superior y posgrado, o si dejó sin apoyo a mujeres con cáncer de mama. La equidad para las mujeres se gana con acciones concretas que mejoren sus vidas.

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La verdadera justicia para las mujeres no es una concesión, es un derecho. Es responsabilidad de quienes tienen el poder garantizar seguridad, oportunidades y bienestar para todas. Y si el gobierno federal se ha negado a asumir esa tarea, entonces la oposición debe hacerlo.

No llegamos todas mientras una sola mujer siga siendo víctima de violencia, mientras una madre siga buscando justicia para su hija, mientras tantas sigan sin acceso a salud, educación y seguridad. Por eso, desde Acción Nacional, seguimos trabajando con propuestas reales y soluciones concretas. Porque las mujeres de México merecemos mucho más que discursos. Al tiempo…

DETALLES. No llegamos todas: no llegaron las más de 100 trabajadoras de la CONAVIM afectadas por violencia laboral, las madres que ya no pueden dejar a sus hijos en estancias infantiles, las de niños con cáncer que venden todo para costear tratamientos, las que han tenido que enterrar a sus hijos por la falta de seguridad, ni las 11 mujeres víctimas de feminicidio cada día.

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¡Alcemos la voz por las mujeres que ya no la tienen! Astrid, Melanie, Paola, Valeria, Luisa, Gabriela, Rocío, Montserrat, María de los Ángeles y Victoria.

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