Lenia Batres no se anduvo con rodeos: arrancó su campaña rumbo a la reelección en la Suprema Corte de Justicia de la Nación como quien ya se siente con toga para rato... o incluso algo más. Con discurso en mano, Batres soltó sus propuestas como si fueran volantes: adiós a los fideicomisos, no más privilegios, uso de tecnologías, jueces al servicio del pueblo y, por supuesto, su bandera favorita: la austeridad republicana.
Y como no es de las que se quedan calladas, presumió que en lo que va de su encargo ya rechazó más de 15 millones de pesos en sobresueldos y prebendas. Nada mal para quien se quiere pintar como la ministra más austera del salón.
Eso sí, cuando le preguntan si le gustaría presidir el Poder Judicial, no lo niega ni se sonroja. Al contrario, con una sonrisa que no esconde mucho, deja ver que la idea no le desagrada para nada. ¿Será que Lenia ya se ve en la silla grande del Poder Judicial? La contienda apenas comienza, pero el mensaje fue claro: va con todo.
Luis Mendoza, alcalde de la Benito Juárez, se ha puesto manos a la obra y comenzó a retirar todos los puestos de mudanzas que ocupan espacios públicos sin permiso. Mendoza quiere poner fin a esa invasión histórica y muy pronto de las que surgieron en la pandemia.
Esto podría ser el principio para ordenar, como sucede en otros países y alcaldías de la Ciudad de México, las pérgolas y terrazas de cafeterías y restaurantes que ocupan principalmente espacios de estacionamiento y banquetas de la colonia Nápoles.