Cuántas veces te han dicho que si haces algo malo se te regresará y la razón: el karma.
¿Qué es el karma?
Muchos piensan que el karma es el temor y el miedo a que todo lo negativo que haces se te regresará o un castigo por todo lo malo que hiciste en una vida pasada y que estás destinando a pagarlo en el presente.
Pero, ¿qué tanto de verdad tiene esto?
La realidad es menos drástica, ya que el karma es la semilla que plantas durante toda tu vida y según la calidad de esta (de acuerdo a tus actos y decisiones), será lo que cosecharás en tu siguiente vida.
Según el sitio web enterapia.co el karma tiene un propósito principal y es enseñarte de qué manera cada persona es responsable de sembrar su propio destino.
Por lo tanto, karma no es un sistema de justicia moral, afirma el sitio yogajournal.com, sino una palabra sánscrita para acción y la acción es lo que gobierna nuestras vidas.
Tiene sus raíces en el hinduismo, pero su comprensión se deriva del budismo.
En el hinduismo se cree en que el alma sobrevive a la muerte y renace en un nuevo cuerpo, heredando el karma de una vida pasada.
En el budismo es diferente. Esta religión afirma que el sufrimiento se da por las acciones negativas que tuviste durante tu vida pasada, por ello, promueve la idea de que al renacer, el sufrimiento es la oportunidad de aprender de esas acciones, pensamientos o palabras que sembraste para no cometer los mismos errores en tu vida actual.
Por tanto, el karma es todo aquello que siembras y cosechas, es una consecuencia de lo que haces, sientes y piensas, es decir invita a ser congruente en todo lo que hacemos. Así más que evitarlo, la tarea es atraerlo por medio de comportamientos positivos y mejorando aspectos de nuestra tu vida que puedan causarnos dolor y sufrimiento.
¿Y qué sucede si ya causaste daño?
Estas mismas creencias nos dicen que el karma también se puede limpiar mediante acciones bondadosas, haciendo oración, yoga o meditando. También puedes ayudarte de otras prácticas espirituales que te generen bienestar y paz contigo mismo.