El Instituto Nacional de Salud Pública define a la obesidad como una enfermedad crónica, multifactorial y compleja, caracterizada por el depósito excesivo de grasa que es perjudicial para la salud, que aumenta el riesgo de desarrollar enfermedades crónicas como diabetes tipo 2, hipertensión arterial y dislipidemias.
Al cierre del sexenio anterior en 2024, el país registró índices históricos de sobrepeso y obesidad, exacerbando una problemática que afecta al 76.2% de la población adulta (a nivel nacional, 37.3% de los adultos tenían sobrepeso y 38.9% obesidad), lo que convierte a México en uno de los países con mayor prevalencia a nivel global, de acuerdo con la última Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2021.
Ante este contexto, el Colegio Mexicano de Cirugía para la Obesidad y Enfermedades Metabólicas (CMCOEM) hace un llamado urgente a las autoridades, instituciones y la sociedad civil para trabajar en conjunto y abordar la crisis de obesidad en México.
Este énfasis se hace más evidente tras las fiestas decembrinas y de Año Nuevo, en las cuales muchas personas enfrentan un incremento de peso que puede provocar graves problemas de salud.
Según los expertos, los programas de prevención y control no han sido suficientes para frenar esta epidemia, pues de acuerdo con el Atlas Mundial de Obesidad 2023, se estima que para el año 2035, más del 51% de la población mundial (4 mil millones de personas) tendrá sobrepeso u obesidad.
La obesidad es un problema complejo, ya que no se puede abordar únicamente desde el ámbito clínico, sino que requiere un enfoque integral, y desde una sola institución no es posible enfrentar esta crisis de salud.
Por esta razón, el CMCOEM insta a que se implementen esfuerzos multisectoriales donde se involucre al gobierno, organizaciones de salud y sociedad civil, para diseñar estrategias efectivas que permitan reducir el impacto de la obesidad en la población.
La magnitud del problema de salud pública tiene consecuencias preocupantes que no solo afectan a millones de familias, sino también al sistema de salud, el cual enfrenta crecientes desafíos para atender las consecuencias y comorbilidades de esta enfermedad, como: diabetes, hipertensión arterial, enfermedades del corazón, como cardiopatías y accidentes cerebrovasculares; cálculos biliares y problemas del hígado; apnea del sueño, alteraciones menstruales, síndrome de ovario poliquístico, entre otras condiciones asociadas.
Recomendaciones para prevenirla
Esta es una enfermedad que no se puede tomar a la ligera, y evitarla es un esfuerzo que se debe hacer cada día. Por esta razón, te compartimos algunas de las recomendaciones del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado para prevenir la obesidad y el sobrepeso:
- Toma agua simple: entre 6 y 8 vasos al día (cada vaso de 250 mililitros). Evita el consumo de refrescos, jugos o cualquier bebida que contenga azúcar.
- Realiza actividad física: 30 minutos diarios es lo recomendable para adultos y 1 hora para niñas, niños y adolescentes.
- Realizar actividades sencillas como: caminar, trotar, correr, subir y bajar escaleras. Se trata de rutinas básicas para mover tu cuerpo, que puedes realizar aumentando gradualmente la intensidad y el tiempo.
- Modifica tu alimentación: aumenta el consumo de verduras y frutas, y disminuye el consumo de alimentos que contengan grasas, carbohidratos y sal.
Recuerda que lo más importante es mantenerse activo y visitar al médico regularmente para identificar cualquier cambio en tu organismo que pueda ayudar a que esta enfermedad se desarrolle. En el CMCOEM cuentan con especialistas y procedimientos que te ayudarán a lograr una salud adecuada.