Un video mostró el momento en el que un supuesto policía saca un arma corta, de uso exclusivo del ejército, para sembrarla debajo del asiento del vehículo de la víctima que se identificó como Mario Oliver. Mario relató que el venía de regreso de recoger a sus hijas del colegio en la avenida Circunvalación Poniente en la colonia Balcones de San Mateo de Naucalpan, cuando fue parado por un retén de presuntos oficiales, vestidos de civiles, en una camioneta tipo pick up, sin placa, pero con los logotipos del municipio.
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Al ser detenido para la inspección, los sujetos se identificaron como presuntos policías de investigación, aunque no presentaron ninguna identificación oficial, de igual manera, les aclararon que realizaban una investigación por robo de vehículos, por lo que les pidieron a todos los ocupantes descender del auto, incluyendo a las menores y la madre de las menores.
Tras pocos minutos de inspección, un oficial empezó a pedir la documentación del afectado así como información personal, cuando fue interrumpido por otro elemento que le pregunto directamente al padre de familia: “¿Y esto?” haciendo referencia a una arma supuestamente encontrada dentro del automóvil. Mario en ese momento negó que el arma fuera suya, pues el afirmó no conocer de armas.
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Las declaraciones del padre de familia fueron insuficientes para los presuntos servidores públicos, pues en ese momento fue golpeado y asfixiado, hasta casi desvanecerlo, con la intención de subirlo a la patrulla, todo en presencia de sus hijas que gritaban por la situación.
Cuando fue subido a la unidad, Mario notó el nerviosismo de los agentes pues hizo referencia a qué, por un largo periodo de tiempo, no sabían hacía donde dirigirlo. Asimismo, sus familiares fueron trasladados en su propio vehículo hacía la subdelegación de la Fiscalía General de la República (FGR) en Naucalpan. En esa comisaría es en donde Mario rindió su declaración en compañía de su familia, los cuales relataron el abuso físico con el que fue tratado.
Después de llamar a su abogado, en el Ministerio Público no pudieron demostrar la posesión del arma, por lo que el agredido salió sin problema alguno, al pasar las 48 horas correspondientes que dicta la ley. No obstante, este caso indignó a internautas y vecinos mexiquenses por la indefensión en la que se encuentran ante las autoridades y la nula respuesta de Fiscalía del Estado de México, por lo sucedido.
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