En Puebla existe una buena oferta académica relacionada con el arte, pero escasean los espacios de producción, profesionalización y vinculación laboral para los egresados, advirtió Alma Cardoso Martínez, coordinadora de la Licenciatura en Arte Contemporáneo de la Ibero Puebla.
Durante la presentación de la XV Bienal de Arte Contemporáneo, la académica señaló la necesidad de que las autoridades volteen a ver otras formas de hacer cultura, más allá de los espacios tradicionales como las galerías. Afirmó que este esfuerzo debe ser compartido entre gobierno, universidades y sociedad civil.
Cardoso subrayó que tan solo en la capital del estado existen al menos ocho licenciaturas relacionadas con el trabajo creativo en artes visuales, arte digital y cine, tanto en universidades públicas como privadas. Sin embargo, Puebla compite con ciudades como Ciudad de México, Guadalajara y Monterrey, que cuentan con una infraestructura cultural más amplia.
Apuntó que, aunque la Ciudad de México tiene una gran diversidad de galerías, espacios de exposición e iniciativas independientes, en Puebla, existe una tradición de arte independiente.
Talleres, colectivos y centros culturales autogestivos han impulsado propuestas en barrios y colonias, muchas veces organizados por edad, intereses o necesidades comunitarias.
En este sentido, destacó que la Ibero Puebla cuenta con tres galerías para promover el patrimonio artístico, donde se abren espacios a artistas emergentes de la región.
El arte en México: precariedad y falta de protección
Cardoso también denunció que México es uno de los países que más precariza el trabajo artístico, y Puebla no es la excepción. Comparó las condiciones laborales de los artistas con las de trabajadores de maquilas, jornaleros o empleadas domésticas, señalando la urgencia de políticas públicas que garanticen derechos básicos como seguro social, fondos de ahorro y acceso a vivienda.
“Necesitamos fomentar una conciencia colectiva que reconozca a los artistas y agentes culturales como trabajadores que merecen condiciones laborales dignas”, declaró.
Asimismo, pidió crear plazas de tiempo completo para que quienes trabajan en el sector cultural puedan desarrollar programas sostenibles. “La cultura no puede depender únicamente de la iniciativa privada o de las universidades. Necesitamos un respaldo institucional sólido”.
Cultura desde lo comunitario
La académica defendió la visión de una cultura que no se rige por el mercado ni por intereses ideológicos o políticos. “La cultura en Puebla no depende de artistas ‘superestrella’ que venden obras a precios exorbitantes. Se construye en barrios, colonias, entre jóvenes, mujeres y comunidades que desarrollan prácticas de memoria e identidad propias, sin abandonar las tradiciones”, sostuvo.
Por su parte, Xavier Rocío Oviedo, académico del Departamento de Arte, Diseño y Arquitectura, llamó a transparentar los procesos de selección en convocatorias y exposiciones para que más artistas tengan acceso a espacios de exhibición, especialmente al interior del estado y en juntas auxiliares.
“Estamos trabajando por la profesionalización del campo. No se trata solo de formar artistas, sino también gestores culturales capaces de generar espacios y prácticas culturales para todas las personas, no solo quienes viven en la capital”, concluyó.