La Secretaría de Desarrollo Agropecuario de Querétaro (Sedea) lanzó el programa “Gestión de Riesgos”, mediante el cual brindará apoyo económico y en especie a más de 15 mil productores agrícolas y ganaderos que se hayan visto afectados por factores naturales, tales como la sequía que azotó a la entidad durante al menos dos años.
El programa, publicado en el periódico oficial “La Sombra de Arteaga”, pretende además crear estrategias de prevención para proteger las actividades económicas primarias de daños generados por condiciones naturales.
Para atención a contingencias, la Sedea brindará hasta 56.2 millones de pesos a un universo de aproximadamente 14 mil 300 productores, quienes además podrán ser beneficiados con insumos como granos de consumo humano, maquinaria y equipo para almacenamiento de agua, forraje, semillas, alimento para ganado, suplementos y proyectos de innovación tecnológica para aumentar la disponibilidad de agua.
Además, para protección agroalimentaria, otorgará hasta 10 millones de pesos a un máximo de mil 200 beneficiarios para el desarrollo de proyectos que contribuyan a evitar o resarcir daños a las actividades productivas; y para restauración del sector forestal, entregará hasta 250 mil pesos a un máximo de 390 personas que integren brigadas comunitarias forestales, principalmente en los municipios de Amealco, Cadereyta y Pinal de Amoles, para trabajos de reforestación y recuperación de suelos.
“Para hacer frente a los principales retos del campo queretano y elevarlo al siguiente nivel, se plantea como estrategia en el presente programa institucional y sus reglas y esquemas de operación, generar certidumbre en la producción agroalimentaria, rural y forestal mediante la implementación de esquemas de protección y administración de riesgos”, detalla la dependencia en la publicación.
De acuerdo con la Sedea, los principales retos que enfrenta el campo queretano son el costo de insumos de producción, la sequía, la disponibilidad de agua para riego, los problemas de comercialización, la disminución de la frontera agrícola, la edad de los productores, la falta de arraigo a las actividades agropecuarias, la tecnificación y capacitación productiva, las enfermedades y plagas, y la situación forestal.