En estos días, han ocurrido distintos acontecimientos que son dignos de poner en alerta a México, esto en relación con nuestros vecinos del norte y el bloque comercial que desde hace 30 años sostenemos y que, a los 3 países, tanto les ha servido y redituado.
Con el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca, y en las condiciones en las que llega, pues no tiene ya motivo alguno por el cual querer regularse o intentar manejar alguna popularidad decente, él ya no gobernará para la reelección, sino para materializar todas sus ideas (amenazas), y para ejecutar y llevar a cabo todos sus intentos de intervención en diferentes naciones.
Del mismo modo, con la dimisión de Justin Trudeau, y tras la crisis que enfrenta el partido liberal de Canadá, es casi inminente el regreso de los conservadores a dirigir a esta nación, mismos en quienes Trump habrá de encontrar mucho eco y respaldo para llevar a cabo su idea de celebrar un tratado exclusivamente entre sus dos naciones, excluyendo de este modo a México.
Como hemos visto, y por la forma que tiene Donald Trump, esto podría parecer una más de sus amenazas tan duras, de estirar la liga al máximo para sobre eso entonces sentarse a negociar y llevar la ventaja con amplitud, y si no, volver a amagar con romper relaciones comerciales.
Ante estos escenarios adversos, México necesita de inteligencia, de saber negociar, no caer ante una provocación, pues una líder que se suba a todas con una actitud contestataria, no nos va a dejar nada bueno. Sin perder dignidad, pero conociendo de la relación que necesitamos, entre exportaciones, importaciones y remesas, sería catastrófico para nuestro país que se hicieran realidad las rupturas con las que nos han amagado.
Esta relación representa exportar a Estados Unidos 400 mil millones de dólares, importar otros 200 mil millones de dólares. Con Canadá, exportaciones por 20 mil millones de dólares e importaciones por 10 mil millones de dólares.
Más o menos de este tamaño pueden ser los daños. Necesitamos prudencia, pero sobre todo inteligencia, mucha.
