Si estás planeando tener un viaje largo en estos últimos días de vacaciones, es importante considerar el estado de tus llantas. Por ello, te damos 4 consejos que te pueden servir para manejar con mayor tranquilidad y al mismo tiempo extender el tiempo de vida de cada uno de tus neumáticos.
1. Verifica tus birlos
El primero de los 5 tips para cuidar tus neumáticos es asegurar que los birlos estén en buenas condiciones. Los identificarás fácilmente: son las tuercas encargadas de sujetar el conjunto de la llanta y el rin a tu coche. Es importante asegurarse de que todos se encuentren en buen estado porque pueden llegar a zafarse cuando se encuentran en malas condiciones.
2. Servicio de alineación y balance adecuado
Otro aspecto importante a considerar es tener en consideración el servicio de alineación. Esto se refiere al proceso en el que se colocan los neumáticos perpendicularmente a la dirección del coche y paralelos entre sí. En caso de no considerarlo, tu coche puede irse hacia un lado al avanzar, provocando mayor desgaste y riesgo al conducir.
Por otro lado, el balanceo es el procedimiento por medio del cual se reduce la oscilación entre el conjunto de la llanta y el rin. En pocas palabras, esto evita que la dirección del coche no vibre mientras vamos en carretera. Esto te evitará principalmente a escuchar ruidos extraños que te cansen a la hora de conducir.
3. Cuida la presión de tus llantas
El tercero de los 5 tips para cuidar tus neumáticos es muy importante. Una presión de inflado insuficiente afectará directamente al rendimiento de tus neumáticos. Al no contar con la presión requerida, las llantas sufrirán una sobre-flexión de los costados, aumentando su temperatura y por lo tanto ocasionando una pérdida de agarre. Típicamente experimentarás sobreviraje en las llantas traseras y subviraje en las delanteras.
4. Siempre ten un neumático de refacción
Uno nunca sabe cuándo puede necesitar de la llanta de refacción. Por eso, uno de nuestros 5 tips para cuidar tus neumáticos es siempre asegurarse de que tengas la llanta de repuesto en buenas condiciones y lista para usarse. Como cualquier otra llanta, ésta pierde aire lentamente y por lo tanto es necesario revisarla de manera periódica.
