A raiz de la violencia desatada en Siria, miles de personas salen de su lugar de origen con el objetivo de dejar atrás las guerras y encontrar un mejor futuro en Europa.
En las últimas semanas, decenas de historias de drama, muerte, discriminación y supervivencia han inundado los medios de comunicación, mostrando algunos finales tristes y otros alentadores.
Uno de esos miles de refugiados sirios es Mohammed Jaddou, de 17 años. Él era el capitán de la selección de futbol Sub-17 de Siria, y considerado una de las grandes promesas de su nación y del continente asiático.
Jaddou se vio obligado a salir de su país porque no quería convertirse en un “asesino”. Por ello, dejó su tierra, a su madre y a sus hermanos en busca de un mejor futuro en el que pueda triunfar en su pasión, el fútbol.
Tras dos meses de viaje, que comenzó en abril, y en los que se movió de Siria a Alemania, Jaddou pudo llegar a suelo teutón, no sin antes estar al borde de la muerte cuando permaneció cinco días a la deriva en las costas de Sicilia, en Italia.
“Tenía que irme de Siria. Me habían dicho que debía unirme al ejército. Eso habría significado que iba a ser un asesino. El fútbol era mi única salida”, confesó el joven en entrevista con el periodista James Montague, que escribe para “The New York Times” y “CNN“, entre otros medios.
Ya instalado en Alemania, el excapitán de la selección de Siria, busca cumplir su sueño de ser futbolista profesional. Él y su equipo clasificaron al Mundial Sub-17 que se disputará en octubre en Chile, pero no podrá acudir porque para las autoridades de su país Jaddou es un desertor.
Desde julio, Mohammed entrena con el FV Ravensburg de la quinta división alemana, y aunque fue a hacer pruebas con el equipo Sub-19 del Bayer Leverkusen, y sorprendió con su talento, no pudo quedarse por su calidad de refugiado.
Jaddou es sólo un adolescente que tuvo que huir de su país en busca de la paz, que decidió dejar todo lo que tenía atrás luego de que viera como su compañero de habitación de 15 años era asesinado por un grupo de rebeldes en un ataque a la localidad de Homs, Siria.
Ahora, el muchacho sólo espera un permiso de trabajo en Alemania para que sus sueños puedan hacerse realidad y que el país que le abrió las puertas, en su condición de refugiado, también pueda hacer que sus sueños de triunfar en el fútbol se cumplan.
En la galería de fotos podrán conocer 6 gestos solidarios de los clubes de fútbol con los refugiados sirios en Europa. Para leer la información desde un smartphone o tablet, seleccionen “ampliar galería” y después “mostrar texto”.
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