Defectos, les hemos dado una connotación tan negativa, que cuando nos hacen ver los propios, nos tiramos al drama por lo ofendidas que nos sentimos, pero si analizamos la cuestión, pueden ser favorecedores si aprendemos a aplicarlos en la situación indicada.
Soy NECIA
-Cuándo serlo: Defiende tus ideas de las que estás convencida, emite tus opiniones con argumentos y confía en lo que dices y sientes.
-Después de un año de ahorro, por fin has juntado el dinero que necesitas para emprender ese viaje al extranjero que tanto anhelas. Cuando lo platicas con tu familia, tu papá es el primero en reaccionar negativamente. Se opone a que viajes sola con tu amiga a otro país. Tú defiendes tu punto, explicando que ése es tu deseo y quieres aprovechar ahora que tienes la oportunidad de llevarlo a cabo.
-Esta es tu oportunidad para ser necia, si estás convencida de hacer el viaje y te has esforzado para conseguirlo, es entendible que tu posición sea de terquedad, a pesar de que otras personas no estén de acuerdo. Aquí también aplica el ser egoísta y pensar en lo que quieres
Soy IMPACIENTE
-Cuándo serlo: No aceptes que dispongan de tu tiempo sin tu consentimiento, reacciona ante una causa injusta y moléstate por la falta de compromiso de las personas.
-Llevas trabajando más de 3 años en tal compañía y consideras que es justo que te den un aumento. Eres una persona productiva y constante. Hablas con tu jefe para hacerle la petición, él te responde que esperes un par de meses, se muestra receptivo y te asegura que lo considerará. El tiempo pasa y no tienes respuesta. Pierdes las esperanzas y, orillada por el miedo a que te corran, desistes y no vuelves a tocar el tema.
-Lo que buscas es mejorar tu economía y tu constancia amerita un reconocimiento a través del sueldo que deseas. Si definitivamente no hay oportunidad para que te desarrolles profesionalmente, no dudes en buscar otro trabajo.
Soy ENOJONA
-Cuándo serlo: Aristóteles decía que ‘uno tiene que enojarse en el momento oportuno y del modo correcto’. Hazlo cuando no le den valor a los acuerdos, exige el mismo respeto que ofrezcas y no apoyes una actitud negativa injustificada.
-Tu novio y tú deciden vivir juntos. Ya han acordado cuáles serán las reglas dentro del hogar y cómo manejarán las finanzas, ambos están de acuerdo y comprometidos don lo dicho. Al cabo de un mes, tu novio te comunica que ya no cooperará con la renta del epa, argumentando que no le rinde el dinero. Tú, con tal de no discutir con él, evitas ahondar en el tema y aceptas su postura.
-Fue desconsiderado al tomar una decisión si habértelo propuesto previamente para conocer tu opinión al respecto. Viviendo juntos, resulta mu y egoísta de su parte que sólo piense en lo que a él le conviene y no en el bienestar de ambos. Toma en cuenta que si sabía que se mudarían juntos, debió anticipar los gastos que tendría.
Con información de Revista Veintitantos
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