La nube emanada de la planta de PMV en Coatzacoalcos se está disipando rápidamente con lo que pierde sus efectos tóxicos.
— Petróleos Mexicanos (@Pemex) 20 de abril de 2016
Las autoridades de Protección Civil emitieron una alerta a la población en general del puerto de Coatzacoalcos, para que se abstengan de salir de sus viviendas ya que los compuestos químicos que contiene una nube tóxica podrían quemarles la piel después de la explosión en la planta Clorados 3 de la empresa Petroquímica Mexicana de Vinilo (PMV), mejor conocida como complejo Pajaritos.
La Secretaría de Protección Civil informó que hay emanación de gases y cenizas producto de fibra de vidrio con cloroetano que surge de las llamas del accidente.
“La dependencia destacó que no existen unidades habitacionales relativamente cerca de esta zona industrial; sin embargo, recomienda a la población evitar salir a la calle, pues el incendio está emanando gases y cenizas, mientras que el estallido arrojó fibra de vidrio con cloroetano, que puede provocar quemaduras en la piel”, informa un boletín estatal.
De acuerdo con la Agencia para Sustancias Tóxicas y el Registro de Enfermedades de Estados Unidos, la exposición breve a altos niveles de cloroetano puede producir una sensación pasajera de embriaguez.
Niveles más altos pueden causar pérdida de control muscular y del conocimiento. También puede causar calambres estomacales, náusea, vómitos e irritación a los ojos.Otro riesgo es presentar reacciones alérgicas.
Tanto Pemex, como las autoridades locales, informaron que las condiciones climáticas ayudaron a dispersar la nube tóxica, por lo que se eliminaba cualquier riesgo.
¿Qué es el cloroetano?
El cloroetano es un gas incoloro a temperatura y presión ambiental. Tiene un olor penetrante característico. Es un líquido cuando se almacena en envases a presión; sin embargo, el líquido se evapora rápidamente cuando se expone al aire. El cloroetano se inflama fácilmente.
¿Qué le sucede al cloroetano cuando entra al medio ambiente?
La mayor parte del cloroetano existe en forma de gas en la atmósfera.
Se descompone relativamente rápido (cerca de la mitad desaparece dentro de 40 días) al reaccionar con otras sustancias en el aire.
Pequeñas cantidades pueden pasar al agua al filtrarse a través del suelo.
En el agua, se transforma lentamente en una forma más simple al reaccionar con este líquido.
Ciertos tipos de bacterias en el agua pueden degradarlo a compuestos más pequeños.