Rubén Moreira, coordinador de la bancada del PRI en la Cámara de Diputados, señaló que la medición de la pobreza que promueve el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) es muy neoliberal y no contempla el acceso a servicios básicos y la paz social.
El 10 de agosto, el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL) presentó las estimaciones de pobreza multidimensional de 2022, donde se apuntó que, en lo que va del sexenio, a administración actual sacó de la pobreza a 5.1 millones de personas; sin embargo, para Moreira Valdez, el estudio está incompleto, pues faltan algunas consideraciones.
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A través de un video que promueve en su canal de YouTube, el abanderado del Partido Revolucionario Institucional (PRI) reconoció que, si bien, los programas sociales incrementaron las capacidades adquisitivas de millones de mexicanos, aún no existe un buen entorno de bienestar pues, de acuerdo con él, disminuyeron los servicios de salud, los servicios primarios y las condiciones de seguridad social.
En ese sentido, junto con Mario Di Constanzo, argumentaron que las transferencias monetarias pueden ser de mucha ayuda para las familias mexicanas, pero al tener un entorno encarecido y preconizado, no sirven de mucho para mejorar las condiciones reales de vida y materializar una movilidad social efectiva.
Asimismo, destacaron el incremento del 0.1% de las personas en pobreza extrema, pues, de acuerdo con las cifras mismas del CONEVAL, el número pasó de 8.7 millones (7% de la población) a 9.1 millones (7.1% de la población), es decir 300 mil más. Con estos datos ponderados, aseguraron que “no cuadran” las cifras del Consejo.
De entre las cosas que destacaron fue que gracias a los programas sociales que impulsó el gobierno de la Cuarta Transformación (4T) y que respaldaron todas las bancadas parlamentarias, las personas que se encontraban en situación de pobreza, aún a pesar de las complicaciones por la pandemia, no cayeron en crisis profunda.
Finalmente expuso la importancia de eliminar las comisiones bancarias por manejo de cuentas donde se depositan los programas sociales, esto con la fin de evitar que los recursos termine en los bancos europeos o en las cuentas de los más ricos de este país; sin embargo, cabe destacar que la mayor parte del dinero se dispersa en los Bancos del Bienestar, que es una banca nacional de interés social, donde los clientes no pagan comisiones por apertura ni uso de cuenta.
Qué reveló el CONEVAL
El informe que entregó el CONEVAL detalla el panorama de México en materia de pobreza entre 2018, último año de gobierno de Enrique Peña Nieto (PRI) y 2022, ello para entender la eficacia en las políticas sociales del gobierno de AMLO.
Los puntos más contundentes aplican en los niveles de pobreza multidimensional, pues se pasó de 51.9 millones de personas en esta situación a 46.8 millones, es decir 5.1 millones de menos pobres en México. Con ello, la población pasó de 41.9% en situación de pobreza a 36.3%, dicha disminución (-5.6%) no se había presentado en lo que va del siglo.
Además, el porcentaje de la población con un ingreso inferior a la Línea de Pobreza (valor monetario de la canasta alimentaria más la canasta no alimentaria) pasó de 49.9% a 43.5%, (-6.4%) es decir, el número de personas en esta situación pasó de 61.8 a 56.1 millones (-5.7 millones).
El INEGI respalda el rescate de los pobres
En la la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH) 2022 realizada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) se sostiene que, además de que los estratos sociales más bajos mejoraron sus condiciones de vida, la brecha entre los más ricos con el resto de la población, se redujo, es decir, se procura un sistema de igualdad entre la ciudadanía.
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La medición del INEGI se estimó en deciles (la décima parte de algo, en este caso, la población de México), las cuales se dividieron por ingresos. De tal modo que los 10 deciles quedaron estratificados en grupos de capacidad adquisitiva y la diferencia entre el último decil, el más opulento, se redujo en 2.2%, por lo que se puede inferir en que la brecha de desigualdad es menor que en 2018.
Además, los ingresos de los tres primeros deciles (los más pobres) se incrementó, en relación con 2018 un 19.9%, 13.5% y 11.1%, respectivamente.
