Diputados de la Ciudad de México (CDMX) solicitaron al Congreso de la Unión que el delito de feminicidio se agrave cuando se cometa en contra de niñas y adolescentes.
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Durante la primera reunión de la Red de Comisiones Legislativas en Materia de Niñez y Adolescencia, la diputada local del PRD, Polimnia Romana, comentó que buscarán desde el Congreso capitalino exhortar a los legisladores federales para establecer esta agravante en la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes y en el Código Penal Federal.
Marisol Ramírez Reyes, directora de Atención a Grupos de Riesgos de la Secretaría de Gobernación, apuntó que el término feminicidio aplica únicamente para las mujeres, por lo que es necesario reformar las legislaciones para ajustarlo a los delitos cometidos contra las niñas y adolescentes, tal como lo estableció la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que emitió un protocolo para juzgar con perspectiva de la infancia y la adolescencia.
En este sentido, José Antonio Ruiz Hernández, oficial nacional de Protección a la Infancia de Unicef México, aseguró que el feminicidio es tratado como violencia basada en género, sin embargo, también afecta a las niñas, niños y adolescentes, tanto como víctimas directas, como de manera indirecta, por lo que es necesario que esas afectaciones estén reconocidas en los códigos y en las leyes de víctimas.
En tanto, Miguel Ángel González Muñoz, coordinador de Asuntos Jurídicos de Instituto Nacional de las Mujeres, coincidió en que debe incorporarse el tipo penal de feminicidio al sector de la infancia y adolescencia; ya que estadísticamente resulta de alta vulnerabilidad, al ser mayormente violentadas; y agregó que solamente 15 de las 32 entidades federativas han incorporado este tipo de agravante.
Al tomar la palabra, Nayeli Sánchez Macías, coordinadora de la iniciativa Spotlight en ONU Mujeres, indicó que actualmente se trabaja en recuperar ejes transversales como las perspectivas de género, infancias y pueblos indígenas, para legislar de una manera distinta.
De igual forma, manifestó la importancia de poner por escrito en las leyes el derecho de niños, niñas y adolescentes a ser tratados como víctimas directas o indirectas de feminicidio según corresponda.