El jefe de Asuntos Exteriores de la UE, Josep Borrell, quiere suspender algunos diálogos con Israel. Una propuesta sin cabida, según fuentes diplomáticas, vista como un gesto final de resistencia al despedirse.Mientras llega el ocaso del mandato de cinco años de Josep Borrell como jefe de la diplomacia de la Unión Europea, el español, en un último y probablemente vano esfuerzo, ha pedido que el bloque utilice sus relaciones comerciales con Israel para influenciar la guerra en Gaza.
En vísperas de su última reunión de ministros de Exteriores el próximo lunes (18.11.2024), Borrell propuso a los Estados miembros de la UE que suspendan el diálogo con Israel, en el contexto del acuerdo de libre comercio que da forma a sus relaciones.
"Depende de los ministros ver… si están de acuerdo y proceden así, o no", dijo el portavoz de Borrell, Peter Stano, en Bruselas. Borrell pedirá a los ministros de Exteriores que discutan si Israel está violando el derecho internacional humanitario en Gaza, y que actúen en consecuencia, añadió Stano.
En octubre de 2023, Israel lanzó una ofensiva aérea, naval y terrestre masiva de su Ejército en la Franja de Gaza para acabar con Hamás, que controla ese territorio palestino, después de que el grupo radical islamista -considerado una organización terrorista por EE. UU. y la Unión Europea- llevara a cabo ataques terroristas contra Israel, que mataron a unas 1.200 personas, y capturara a más de 250 rehenes.
Desde entonces, más de 43.000 personas han sido asesinadas y 103.000 heridas en Gaza, de acuerdo con las últimas cifras del Ministerio de Sanidad de Gaza, controlado por Hamás, cifras que la ONU considera, sin embargo, confiables.
La semana pasada, la Oficina de Derechos Humanos de la ONU informó que el 70 por ciento de las 8.000 muertes en Gaza que había podido verificar eran mujeres y niños. El organismo habló de "niveles sin precedentes de asesinatos, muertes, lesiones, hambrunas, enfermedades, desplazamientos, detenciones y destrucción" y acusó tanto a las Fuerzas de Defensa de Israel como a los grupos armados palestinos de "desprecio sin sentido" por el derecho internacional.
El Gobierno de Israel rechazó categóricamente ese informe, como suele hacer con acusaciones similares, diciendo que no reflejaba fielmente la realidad. El país insiste en que está actuando dentro del derecho internacional y que tiene derecho a defenderse.
Una propuesta sorpresiva con perspectivas limitadas
Varias fuentes diplomáticas dijeron a DW, bajo la condición de permanecer anónimas, que la propuesta de Borrell surgió de la nada durante una reunión de embajadores, el miércoles. Dado que la medida requeriría de unanimidad entre los 27 Estados miembros, muy divididos al respecto, ninguno de los diplomáticos con los que habló DW esperan que la propuesta se haga realidad.
Durante 2023, la UE, que apoya oficialmente una solución de dos Estados como salida definitiva al conflicto israelí-palestino, ha estado luchando para hablar con una sola voz y tener cualquier tipo de impacto decisivo en el curso del conflicto.
Algunos de los miembros, incluidos Alemania, Austria, la República Checa y Hungría, han respaldado estrechamente a Israel, mientras Irlanda, Bélgica y España han defendido con frecuencia el caso de los palestinos. Entre los altos funcionarios de la UE, Borrell se ha destacado como uno de los críticos más acérrimos de la actual campaña de Israel en Gaza.
¿Un trato basado en el "respeto por los derechos"?
Durante nueve meses, Madrid y Dublín han hecho llamamientos a la Comisión Europea para que examine si Israel está cumpliendo con sus obligaciones de derechos humanos bajo el Acuerdo de Asociación UE-Israel.
Un fallo de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de julio también tiene implicaciones para el acuerdo. Según el fallo, la ocupación de los Territorios Palestinos por parte de Israel es ilegal y los Estados tienen la obligación de "tomar medidas para impedir relaciones comerciales o de inversión que ayuden a mantener la situación ilegal creada por Israel" en el Territorio Palestino Ocupado.
En octubre, España instó al Ejecutivo de la UE a considerar suspender directamente el amplio acuerdo, que ha estado en vigor desde el año 2000.
Ante ello, la propuesta de Borrell parece menos ambiciosa, de acuerdo con Hugh Lovatt, del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores (ECFR), quien dijo a DW que la intervención no le parecía particularmente útil.
"Borrell está bajando el listón sin ningún progreso en lograr que los Estados miembros se unan", dijo. Suspender el diálogo político sería "el fruto más fácil y algo que a Israel no le importa en esta etapa", criticó el analista.
El Acuerdo de Asociación UE-Israel abarca todo, desde las relaciones políticas y el comercio preferencial de bienes y servicios hasta la cooperación en materia de medioambiente y la lucha contra las drogas y el blanqueo de dinero. A partir de 2022, el bloque se destacó como el principal socio comercial de Israel, junto con Estados Unidos.
Además de garantizar un contacto regular entre ministros, altos funcionarios y diplomáticos, el Acuerdo de Asociación UE-Israel consagra el "respeto por los derechos humanos y los principios democráticos" como base para su implementación.
Cerrar el diálogo político en el contexto del acuerdo enviaría un mensaje a Israel, pero no significaría una suspensión total de las relaciones diplomáticas.
El último gesto de resistencia de Borrell
No obstante, la despedida de Borrell probablemente colocará a Israel en el primer lugar de la agenda de la reunión de ministros de Exteriores del lunes.
"El Alto Representante pedirá a los Estados miembros que consideren si Israel está violando los derechos humanos, si Israel respeta o no el derecho internacional humanitario de acuerdo con los respectivos artículos del acuerdo de asociación", explicó Peter Stano el jueves.
Dentro de unas semanas Borrell, que en su dilatada carrera ha sido ministro de Exteriores de España y presidente del Parlamento Europeo, entregará el relevo a Kaja Kallas. La ex primera ministra estonia es conocida principalmente por su firme postura ante la invasión rusa a gran escala de Ucrania, y parece poco probable que se haga eco de Borrell en cuanto a Israel.
"Pienso que Kallas se centrará menos en Gaza y será menos proactiva a la hora de presionar a los Estados miembros para que tomen medidas", dijo Lovatt, del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores.
En septiembre, Daniel Schwammenthal, director del Instituto Transatlántico AJC, la oficina con sede en Bruselas del Comité Judío Estadounidense, dijo que los israelíes veían a Borrell "como antiisraelí y, por lo tanto, inadecuado para desempeñar un papel mediador en el conflicto palestino-israelí". En su opinión, "las relaciones UE-Israel sólo pueden mejorar bajo el nuevo liderazgo".
La forma en que podría evolucionar la relación de la UE con Israel también depende de los acontecimientos en Estados Unidos, donde el presidente electo, Donald Trump, está seleccionando candidatos para su próximo gabinete. Trump se ve a sí mismo como un hábil negociador político y dice que pondrá fin al conflicto, aunque aún no está claro cuál es su plan exactamente.
(cp/rml)