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Inteligencia artificial: ¿es Europa competitiva?

EE.UU. y ahora también China están a la cabeza de la inteligencia artificial. Europa parece ir a la zaga. En París, políticos y representantes de la industria debaten sobre si es posible cambiar la situación.Numerosas personalidades acuden a la "Cumbre de Acción sobre la IA" que tiene lugar los días 10 y 11 de febrero en París. Allí se dan cita jefes de Estado y de gobierno, responsables de organizaciones internacionales y empresas, científicos, artistas y miembros de la sociedad civil.

El presidente francés, Emmanuel Macron, copreside la cumbre con el primer ministro indio, Narendra Modi. También participará el viceprimer ministro chino, Ding Xuexiang.

Para el vicepresidente estadounidense JD Vance, la visita a París es su primer viaje al extranjero desde que asumió el cargo.

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La IA viene de ultramar

En la actualidad, el sector de la inteligencia artificial está dominado por empresas estadounidenses, con las chinas pisándoles los talones. Francia y Europa, por su parte, tienen mucho que hacer para ponerse al día.

La empresa estadounidense Amazon, por ejemplo, tiene previsto invertir este año unos 100.000 millones de dólares en infraestructuras de inteligencia artificial. La demanda de recursos para ello por parte de los clientes informáticos es tan grande que la división de la nube AWS está experimentando cuellos de botella en su capacidad, afirmó el consejero delegado de Amazon, Andy Jassy, al presentar las últimas cifras trimestrales. La empresa ya había invertido más de 25.000 millones de euros en su infraestructura en el trimestre anterior.

Hace apenas unas semanas, la empresa china DeepSeek causó un gran revuelo en el mundo de la IA. El modelo lingüístico de la empresa parece ser tan potente como el de su competidor estadounidense, pero su desarrollo fue mucho más barato y requirió menos recursos técnicos.


Y a diferencia de ChatGPT, el chatbot de IA de la empresa estadounidense OpenAI, el algoritmo de DeepSeek no es secreto sino de libre acceso (código abierto).

¿Y Europa?

Francia también está planeando un proyecto estrella de IA: según información oficial, se va a construir en París el mayor campus de IA de Europa. La pieza central será un enorme centro de datos con su propio suministro de energía de alto rendimiento.

Están previstas inversiones "del orden de 30.000 a 50.000 millones de euros", en las que también participarán los Emiratos Árabes Unidos, según el Palacio del Elíseo.

Mientras tanto, la empresa estadounidense OpenAI amplía su presencia europea. Después de Londres, Dublín, París, Bruselas y Zúrich, Múnich es ahora el primer emplazamiento alemán que se añade.

¿Más o menos regulación?


El desarrollo de la IA ya no está regulado en Estados Unidos. Poco después de su toma de posesión, el presidente Trump anuló los requisitos reglamentarios introducidos por su predecesor, Joe Biden.

En Europa, en cambio, la demanda de regulación estatal es más fuerte. Antes del inicio de la cumbre de París, un centenar de investigadores de 30 países advirtieron que la nueva tecnología podría provocar una "pérdida de control" con consecuencias dramáticas.

En vísperas de la cumbre, los investigadores presentaron el primer informe internacional sobre la seguridad de la IA, en el que también participó personal de la ONU, la UE y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

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El físico alemán Axel Naumann, que vive y trabaja en Suiza, participó como ponente en París en un acto previo a la Cumbre de Acción sobre la IA. Es partidario de promover una IA ética y sostenible, y de investigar su impacto en la innovación, la transparencia y la confianza. "Construir un sólido ecosistema de código abierto para la independencia de Europa" fue el tema de su presentación.

Naumann formula así su idea del futuro digital de Europa: "La visión debe ser que Europa aloje y procese sus datos de forma soberana, que nuestro ecosistema de software se corresponda con nuestros valores".

En el futuro, Europa ya no deberá limitarse a adherirse a otros y pagar después por los derechos de licencia. Según Naumann, Europa debe "dar un giro coordinado hacia el desarrollo colaborativo de productos de código abierto". Sin embargo, el factor decisivo es: "Necesitamos una infraestructura para ello, que hay que establecer".

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(gg/ers)

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