El Mainz 05 ocupa el lugar que habitualmente pertenece al Borussia Dortmund. Los dirigidos por Bo Henriksen están cada vez más cerca de su debut en Champions League.Borussia Dortmund y Mainz 05 se vuelven a ver las caras ante la gran muralla amarilla del Signal Iduna Park. Pero esta vez, los recuerdos afloran y las realidades parecen haberse invertido según sus roles habituales en el margen de lo cotidiano a nivel Bundesliga. Fue precisamente el Mainz quien arrebató al Dortmund la última gran posibilidad de campeonar en el torneo doméstico.
Un recuerdo imborrable
Corría la última fecha de la temporada 2022/23 de la Bundesliga. La ciudad de Dortmund preparaba los manteles largos en casa bajo el radiante sol primaveral de mayo confortando uno de los templos europeos del fútbol. Para el Borussia Dortmund, ganar el partido ante su hinchada contra el noveno lugar de la clasificación parecía el momento mágico esperado por muchos. La impaciencia reinaba en la ciudad renana.
De firmar el empate, el "negriamarillo” dependía del resultado en Colonia entre el FC Köln y el Bayern Múnich. De llevarse los tres puntos, Dortmund aseguraba alzar la ensaladera de campeón, y un poco más: poner fin a la década del reinado del archirrival bávaro.
Pero no sucedió así. El Mainz 05, entonces comandado por Bo Svensson, les echó a perder la fiesta tras igualar los cartones 2-2 al tiempo que "magic Musiala” salía desde la banca del Bayern para firmar en Colonia el agónico gol del triunfo, y del campeonato. Múnich celebraba su onceavo título consecutivo de Bundesliga.
Ese recuerdo es ahora indeleble y telón de fondo de cada partido entre Dortmund y Mainz; ciudades vecinas en el oeste de Alemania. El entrenador Edin Terzic fundido en llanto frente a la tribuna sur dejó una de las imágenes para la posteridad. En definitiva, y por cómo ocurrieron los hechos, a la postre esa derrota fue más dolorosa si es que fuese posible establecer un puente con el tropiezo en la final de la Champions League del 1 de junio de 2024 en Wembley (Londres) contra el Real Madrid de Carlo Ancelotti. Madrid celebraba su decimoquinta corona de Europa.
En la antesala de un nuevo enfrentamiento, hoy la realidad es otra. Esta vez los dirigidos por Niko Kovac navegan lejos de la cima y pensar en el título no es más que un sueño guajiro. El Mainz, por su parte, está metido en puestos de Liga de Campeones de la mano del danés Bo Henriksen.
Puestos invertidos
Pese a las "dos grandes finales” perdidas, Edin Terzic entregó a Dortmund momentos esperanzadores que cualquier aficionado a este deporte firmaría sin importar el resultado final. Lo cierto es que, tras el subcampeonato de 2023, la subsecuente derrota en Champions, y el quinto puesto de la temporada pasada, el equipo ha venido a menos desde la salida de Terzic en lo que algunos calificarían como un "desplome deportivo” que ha arrumbado al protagónico club a la posición 11 de la general local. Y si bien es cierto que el equipo jugará los cuartos de final del prestigioso torneo de clubes en Europa, el choque de la fecha 27 de Bundesliga contra Mainz es su última oportunidad para entrar la próxima edición de Liga de Campeones.
Desde Dortmund, no obstante, el pasto del vecino Mainz luce efectivamente más verde: un equipo que estuvo al borde del descenso, revivido hace 13 meses por Henriksen y que marcha en el espectacular tercer puesto de la clasificación. "Tenemos la sensación de que podemos conseguir un buen resultado”, declaró Henriksen antes del partido en el BVB: "Tenemos respeto, pero no miedo. Podemos ganar a cualquier equipo, pero también podemos perder contra cualquiera”, afirmó el entrenador revelación de la Bundesliga.
Henriksen se lleva las palmas
El danés Bo Henriksen ya estuvo en Dortmund el pasado domingo, tan orgulloso como un padre, podría decirse, pues dos de sus jugadores fueron convocados para el partido Alemania vs. Italia en Liga de Naciones: Jonathan Burkardt y Nadiem Amiri, ambos en pleno despunte gracias a la armonía que se vive en Mainz.
Y mientras que el propio entrenador resalta la intensidad y diversión de su elenco de cara al encuentro en Dortmund, en Dinamarca lo acaban de nombrar Entrenador del Año 2024, un honor personal pero compartido, dice Bo: "Solo podemos ganar premios como este si tenemos éxito. Eso significa que tenemos que seguir dando lo mejor de nosotros cada día”.
Ante dicha contundencia, el enfrentamiento de la jornada 27 de Bundesliga oscila entre lo que para unos es un sueño y para otros una obligación: la Champions League. Pero si Henriksen le hace la travesura a Kovac en Dortmund, también sería una confirmación de que al pasado no le alcanza con pasar.
(aa)
