La pretensión del presidente López Obrador de realizar una elección popular para la designación de los integrantes del Consejo General del INE y de las magistraturas electorales, pone en riesgo nuestra democracia y a las instituciones.
La reforma que pretenden presentar desde Palacio Nacional, daña la vida institucional del país y constituye una trampa que, a todas luces busca la desaparición del Instituto Nacional Electoral y la perversión del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, ya que hoy por hoy, son dos órganos, que le han hecho frente a los caprichos presidenciales.
Esta propuesta, es una más de sus intentonas por destruir nuestras instituciones y refleja claramente, el populismo con el que se conduce e imita el gobierno federal. Por ejemplo, Evo Morales lo hizo ya en Bolivia.
En Morena no saben respetar las leyes y sólo pervierten los procesos democráticos y dañan las libertades ciudadanas. Para el partido en el poder, sólo existe democracia cuando ganan y no la hay cuando pierden, por eso quieren poner a incondicionales en el INE y en el TEPJF.
Sin dudarlo, el grupo parlamentario de Acción Nacional en el Senado de la República no acompañará esta propuesta que representa un retroceso en nuestra vida democrática. Se necesitan personas especializadas e independientes del régimen para que sean un verdadero contrapeso al poder.
A Morena le incomodan los órganos autónomos, por ello, le ha quitado presupuesto al INE, ha amedrentado a sus consejeros electorales por disentir, han intentado debilitarlo de todas las maneras posibles para que no exista ni certeza ni equidad en las contiendas, pero se ha topado con una oposición firme que no aprobará un retroceso.
Quienes somos demócratas, tenemos claro el compromiso de defender a estos dos pilares de la democracia de nuestro país, y de presentar propuestas serias, que blinden al INE y al tribunal electoral de cualquier decisión gubernamental que atenten contra su naturaleza.
Por ello, en Acción Nacional presentaremos una reforma electoral que represente las exigencias de la ciudadanía y que dé certeza a los ciudadanos en todos los ejercicios democráticos.
Ya basta de los caprichos presidenciales. México no se merece más consultas patito.