Opinión

Columna itinerante: Política del Viejo Testamento

*El autor es psicoanalista, traductor y profesor universitario. Instagram: @camilo_e_ramirez

Trump y sus triada Elon Musk-Joe Rogan-Dana White, así como los dueños de las High-Tech (Bezos, Zuckerberg) intentan hacer una política de impacto, directa, rapaz, bajo la lógica extrema de eliminar a los “malos” para que queden sólo los buenos. En ese sentido, piensan que el esplendor de la vida norteamericana se va a producir a través de la exclusión, el bloqueo y el ataque a todos los que no piensen y sean como ellos, una especie de asilamiento voluntario del resto del mudo. Es obvio que al operar de esa manera quienes quedarían al final serían sólo los autoritarios y, en el caso del exterminio, lo asesinos, los fundamentalistas que en su delirio se adjudican la tarea de limpieza. Piensan que no importa el sufrimiento y los malestares que se generen por sus acciones, el fin justifica los medios, se cree que son “daños colaterales” necesarios (como les llamaba también Felipe Calderón, cuyo slogan de campaña fue “De manos limpias”, expresidente de México de 2006 a 2012, a las miles de muertes de personas, efecto de su guerra contra el narco), buscan instaurar una especie de darwinismo bélico, que sobrevivan únicamente los más fuertes, de ahí su fascinación tanto por los deportes de contacto, como por las armas, las guerras, los atentados, el control, el espionaje en redes y los bloqueos comerciales.

Jamás hay que olvidar que los peores males siempre se hacen en nombre del bien y de Dios.

Como lo ha descrito con claridad Jorge Forbes, en un mundo global, diverso y en constante transformación se pueden presentar al menos dos lógicas: la del retorno al pasado o la de la invención y responsabilidad basada en una ética del entusiasmo creativo y no del miedo, el odio y la exclusión.

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Los fundamentalistas siempre expresan una rigidez e ignorancia con respecto a otras formas de pensar, gobernar, sentir… ¡existir!, no les gusta el diálogo ni la democracia, por eso mism rechazan a las ciencias, son los exponentes de la lógica del retorno al pasado (Make America Grate Again) La fascinación que generan en sus partidarios es precisamente el hecho de supuestamente encarnar a quienes han de ordenar y limpiar; les prometen que eliminarán lo malo que hace daño y que los enferma. En ese sentido, capitalizan la frustración de sus electores, presentándose como los que los despojarán y curarán finalmente de esa parte insoportable de sí y no reconocida que es colocada (proyectada) en el otro. Por otro lado, quienes sustentan una posición creativa y responsable, no buscan excluir sino articular las diferencias, ampliar los horizontes de vida, no buscan someter para garantizar la paz, sino que al incluir el vacío y el sin sentido de la vida de las personas, las ciudades y los países, no lo ven tanto como un obstáculo, sino como una condición con la que hay que convivir y saber lidiar, sin por ello transformarlo en sufrimiento para el otro, sino en plataforma desde donde se pueden inventar nuevas posibilidades, otros nuevos mundos posibles.

*El autor es psicoanalista, traductor y profesor universitario. Instagram:

@camilo_e_ramirez

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