Opinión

De Iztapalapa para el mundo

Y es que nadie se resiste a las cumbias de Los Ángeles Azules, orgullosamente de Iztapalapa para el mundo

¿Saben ustedes cómo comenzó el Sonido la Changa?

El Sonido La Changa es uno de los sonideros de más tradición en la Ciudad de México. Lugar que pisa, lugar que se llena a reventar. Todos sabemos que La Changa es la máxima institución sonidera tropical del país (no por nada su apodo de “El rey de reyes”).

Sonido la Changa es Ramón Rojo y Ramón Rojo es La Changa. Este sonidero pasó su infancia y adolescencia en Tepito, ayudando a sus tíos a comprar y vender cachivaches. A finales de la década de los 60, su familia adquirió una tienda de discos en la calle de Argentina y a Ramón se le ocurrió que sería buena idea pararse afuera de la tienda con un tornamesa y tocar algunos de los discos que vendían sus tíos, sobre todo de la Sonora Matancera, que eran sus favoritos.

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De ahí, el éxito. Sonido la Changa es el culpable de que sepamos muchísimas canciones de cumbia y salsa, pues las mezclaba con tal maestría que otros sonideros lo imitaron. Los grupos más populares, los que les gustan a la raza, los que de verdad te ponen a raspar la chancla pasaron por las calles. Ahí es donde de verdad se calan las canciones que van a perdurar.

Saltemos unos años adelante. Del otro lado de la ciudad, en Iztapalapa, los hermanos Mejía formaban un grupo musical que lo mismo tocaba guaracha, rock o cumbia. Lo que se le llama “un grupo versátil” para fiestas y XV años. Todas las ganancias se iban para solventar los gastos de la casa.

En la década de los 80 se decantaron por la cumbia, influenciado por los sonideros. Tuvieron algunos éxitos que les permitieron firmar con un sello discográfico pequeño, y en 1993 lanzaron una canción que rompería la industria musical: “Entrega de amor”. No hay mexicano que no conozca esta cumbia. Lo curioso es que esta canción fue saltando de tornamesa en tornamesa y así adquirió popularidad. Y aquí es donde las historias se cruzan: Sonido La Changa llama cariñosamente “ahijados” a Los Ángeles Azules, porque en las calles y en los barrios fueron donde afianzaron su lugar en la música.

“‘Entrega de amor’ es la canción que nos llevó a todos lados”, me dijo El Doc Mejía “A Chicago, a Nueva York, a Argentina. El CD sonaba por todos lados y fue gracias a los sonideros que nos hicimos famosos en todos lados. Ellos tocaban ‘Ay amor’, ‘La Cumbia del Infinito’ y muchas más. Nos abrieron el camino”.


Hoy nadie duda que Los Ángeles Azules sea uno de los grupos más exitosos de la cumbia de todos los tiempos. Han sabido adaptarse, hacer colaboraciones, incorporar ritmos e internacionalizarse, todo con éxito. Justo acaban de lanzar una canción con Thalía “Yo me lo busqué” y en pocas semanas los veremos en el Vive Latino. Y es que nadie se resiste a las cumbias de Los Ángeles Azules, orgullosamente de Iztapalapa para el mundo.

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