La marcha del tiempo es casi inevitable, por lo menos hasta ahora. La industria de la belleza ha luchado contra viento y marea para conseguir lo imposible: detener el envejecimiento.
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¿Qué es un suero de longevidad?
Se trata de una de las tecnologías que más tiempo y esfuerzo han requerido para conseguirla. La ciencia detrás de su producción ha tomado décadas enteras para desarrollar una formula que convenza a las marcas y, sobre todo, a los consumidores.
Este producto es capaz, con su uso continuo, de prevenir y corregir directamente los cinco rasgos principales del envejecimiento: arrugas, manchas, flacidez, pérdida de luminosidad y densidad, además, aumenta la capacidad de la piel para repararse a sí misma, haciéndola lucir regenerada y radiante.
Un suero de longevidad protege y fortalece el proteoma (el conjunto completo de proteínas de la piel, incluido el colágeno y la elastina) para prolongar la juventud de la piel, utilizando una molécula única extraída de la llamada “snow bacteria”, una bacteria casi inmortal capaz de regenerarse en condiciones extremas, ultra resistente a los rayos UV, el frío y el estrés oxidativo.
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La tecnología capaz de detener el tiempo
Por supuesto que es un complemento ideal como cuidado complementario para todos los tratamientos de skincare, potenciando sus resultados. Se recomienda para personas más jóvenes, como tratamiento preventivo del envejecimiento cutáneo, así como para personas más maduras, para tratar los signos del envejecimiento.
Debido a su biotecnología protege el proteoma en cuatro principales etapas:
- Protección de las proteínas estructurales: Elastina.
- Protección de proteínas funcionales: Reparación del ADN.
- Protección contra factores ambientales agresivos: UV, luz azul, contaminación.
- Protección contra la carbonilación, daño irreversible a las proteínas.
A México llega un suero de longevidad con la capacidad de alentar el envejecimiento hasta un 55%, Age Proteom, de NAOS. Además cuenta con la primera proteína chaperona antioxidante jamás descrita.
