Las restricciones de comida chatarra en las instituciones educativas, que entraron en vigor desde el 1 de abril, han sido un proceso de adaptación que no ha sido sencillo, reconoció Irene Quintanar Mejía, directora de la Unidad de Servicios para la Educación Básica del Estado de Querétaro (USEBEQ).
Si bien ha habido retos, la recepción general en las escuelas ha sido positiva, gracias a un trabajo constante de formación y acompañamiento, por lo cual resaltó que se están teniendo avances para fomentar una alimentación saludable.
No obstante, apuntó que el impulso de cambio de hábitos para una alimentación saludable, no se dio solo a partir de estos lineamientos los maestros ya incorporaban en sus planes de estudio temas de vida saludable, como el cuidado del cuerpo, el deporte y la correcta alimentación.
De igual forma, destacó que ha habido trabajo con algunas escuelas en lo individual, y se ha brindado apoyo con nutriólogos que han estado subiendo a nuestra página oficial en el apartado “Vida Saludable”, recetas para coadyuvar en esta labor.
Sobre la preocupación de posibles cuadros de ansiedad o abstinencia en los menores ante los cambios en su alimentación, las autoridades explicaron que, en educación básica, los niños aún tienen un fuerte acompañamiento de sus padres, lo cual ha sido clave, y aunque puede llegar a darse el caso de que algún menor tenga algún alimento no idóneo no se señala, sino que se trabaja de manera formativa.
Como autoridad educativa, enfatizó que no solo es trabajo de las escuelas, sino también desde los hogares, y aunque no será un cambio inmediato, reafirmó el compromiso de seguir acompañando a los padres, maestros y alumnos en este proceso.