Para ser leído con “Experience”, de Ludovico Einaudi
Los diccionarios mienten: no se saben adaptar a la celebración del tiempo en un momento en el que es imposible hacer una lectura alfabética de la realidad.
Por eso, y como cada día es un vocablo, salvemos su honor replanteando significados y virtudes, así sea sólo por hoy.
Tormenta – Método empleado en caso de que la lluvia no desquicie la ciudad.
Relámpago – Perfecta metáfora visual de cómo se va la vida.
Chispeo – Alegre y repetitivo aviso de que uno debe poner en marcha su propio plan DN 3 y guarecerse de lo que nuestros antepasados se vanagloriaban.
Nubarrón – Recordatorio de impermanencia.
Bache – Acontecimiento perverso de profundidades anecdóticas que se mimetiza con el agua de la lluvia para castigar al Homo Tráficus por haber tomado algo que no es propio: el suelo.
Aguacero – Palabra de difícil construcción (tendría que ser “aguamil”) que apunta a celebrar el olor y el sonido de la intensidad.
Tránsito – Objeto del caos cuando cae agua en una ciudad en la que no se puede manejar y guardar templanza al mismo tiempo.
Pararrayos – Bastón de mando de un edificio que no quiere quedar en el recuerdo.
Rompevientos – Arma con la que el humano, generalmente necio, pretende cubrirse y protegerse de lo que es suyo.
Drenaje – Especie de cosmético que ningún político voltea a ver por el simple hecho de que electoralmente no es visible ni plausible.
Granizo – La última y más interesante de las armas que tienen las nubes para jactarse de sus hazañas amorfas.
Milímetros de agua – Ilusión que surge de pretender medir lo relativo.
Chubasco – Una de las 10 palabras más hermosas que conozco. Posible hermano de Chascoberto y primo cercano de Archibaldo. Autor intelectual de toda buena alerta amarilla.
Chaparrón – Celebración atmosférica que prueba los brotes emocionales de la naturaleza.
Paraguas – Prototipo de casco que usará la próxima versión del ser humano tras haber perdido la batalla contra la naturaleza.
Gotera – Implemento original que le recuerda a todo habitante, que la ropa sucia se sigue lavando en casa.
Charco – Evidencia metodológica, sistemática y coherente de que cualquier clase de entretenimiento es mejor cuando se hace en el exterior.
Alcantarillas – Dentadura de las calles que acepta basura a cambio de caos. Plausible y conveniente trato para los ciudadanos, pues lo hacen de forma reiterada y brillante.