El fenómeno de la gentrificación, que ha afectado a la Ciudad de México durante los últimos años, ha sido uno de los principales factores para el aumento del precio de las viviendas en la capital del país, dejando al 40 por ciento de la población que trabaja en la economía informal, sin financiamiento para conseguir un hogar, alertó Mauricio Sánchez, sociofundador de NetHomes, inmobiliaria española con operación en México.
En entrevista con Publimetro, Mauricio Sánchez mencionó que derivado de la gentrificación, los costos de la construcción han aumentado, pues en la Ciudad de México el precio promedio de una vivienda pasó de los 3.3 millones de pesos en 2022, a los 3.7 millones de pesos en 2023.
Dijo que los extranjeros que llegan a la Ciudad –no están necesariamente comprando– pero están generando una demanda agregada en cuanto a rentas. “Si yo quiero vivir en la Roma Norte, vale 30 mil pesos la renta de un departamento de 3 recámaras en 90 metros cuadrados, por la demanda definitivamente los precios han sido superiores”.
“¿Qué es lo que sucede? Que quien tiene las posibilidades y los recursos, sale a buscar viviendas, dispuestos a pagar mayor precio, porque la rentabilidad que van a tener de su dinero es superior con la demanda de los extranjeros”, añadió.
Mencionó que entre un 15 y 20 por ciento de oferta de viviendas es asequible en la capital del país; no obstante, estas opciones solo son accesibles para un 60 por ciento de la población que es la que trabaja en la economía formal y cuenta con los recursos o el acceso a programas.
Relató que el financiamiento en México es completo para las personas que ganan por nómina en cualquiera de sus cinco variantes: privados, federales, empleados del estado, municipales o estatales.
Hay ciertas empresas, dijo, que tienen sus esquemas de vivienda como PEMEX o CFE y para los particulares existen las opciones de otorgamiento de crédito como Infonavit, Fovisste y los bancos con tasas que oscilan principalmente entre el 9% - 11%.
Pero reiteró que estos esquemas no son accesibles para el 40 por ciento de la población que trabaja en la economía informal o está por debajo del promedio en ingresos.
Aún con estas barreras, la vivienda sí se comercializa. De acuerdo con el Registro Público de la Propiedad y de Comercio de la Ciudad de México, el número de operaciones totales de compraventa de vivienda en 2023 fue de 95 mil 899, dato superior a los últimos tres años: 85 mil 398 en 2022; 78 mil 648 en 2021 y 45 mil 693 en 2020; aunque todavía no superior a lo registrado en 2019, antes de la pandemia cuando se realizaron 96 mil 138 operaciones.
¿Cómo solucionar el problema?
Mauricio Sánchez, sociofundador de NetHomes, consideró que es necesario el desarrollo de políticas públicas efectivas que fomenten la construcción de viviendas asequibles y faciliten el acceso a financiamiento para los sectores de bajos ingresos.
Para ello es clave la colaboración y coordinación sensata de autoridades con todos los institutos que tienen que ver con vivienda, las dependencias que otorgan los permisos, la iniciativa privada y la academia, para articular mejor los proyectos de vivienda asequible que sean viables tanto desde el punto de vista social como económico.
También aseveró que es importante el apoyo a la economía informal con programas específicos de acceso a fondos y vivienda de calidad, el fomento a la innovación para reducir costos de construcción y el reciclaje del suelo urbano.